¿Por qué debería crear su propio contenido?

Todos conocemos esa famosa máxima que dice que «el contenido es el rey». Pero no todos la aplican tan bien como deberían. Especialmente en lo que se refiere a la creación de contenido propio, original y creativo. De hecho, muchos acaban subcontratando este apartado a agencias de gestión de contenidos u otros profesionales freelance.


De entrada, y sin ningún ánimo de ofender a los profesionales que se dedican a la gestión de contenidos, debo decir que, francamente, me horroriza el que haya empresas que sean incapaces de comunicar a sus clientes información de valor en aquellas áreas en las que, se supone, que deberían ser expertos.

Quizá sea mi vena artesanal a la hora de comunicar, pero personalmente pienso que un blog es una oportunidad maravillosa de demostrar nuestras características al mundo entero (incluyendo, por supuesto, a nuestros potenciales clientes). Creo que uno puede descubrir muchas cosas sobre la persona que escribe un texto cualquiera si presta un poco de atención. Y si, la comunicación de su negocio quiere mandar un mensaje muy concreto, ¿no le parece que si no es usted el que lo crea, esto se acabará notando?

Esta situación es todavía más crítica en aquellos proyectos emprendedores que recién comienzan. Son proyectos que todavía tienen «todo por demostrar» y que, si no se esfuerzan realmente en parecer serios y de total confianza, van a ver como el éxito empieza a alejarse de un modo bastante real. Y está claro que eso no es lo que queremos.


Me encuentro en la actualidad con muchos profesionales que, piensan que, el profesional del marketing online es quién tiene que crearle el contenido. Sinceramente me parece absurdo. Mi misión como profesional en este campo no es decirle lo qué tiene que vender, más bien, consiste en saber aplicar una serie de herramientas y procedimientos de trabajo para difundir un mensaje que, por supuesto, usted es quién tiene que crear.

Hay gente que no comprende que, si soy yo como profesional quién le digo lo que tiene que hacer, usted no se va a implicar con el mensaje (más que nada porque probablemente no sea lo que usted diría). Y si usted como empresa no se implica, el resultado va a ser que la comunicación y el servicio final tendrán poco que ver, con los malos resultados que usted puede imaginar.

Desconfíe por higiene mental de aquel que le diga lo que tiene que hacer. Nadie tiene fórmulas mágicas ni el Santo Grial de la comunicación. Usted es el mayor experto en su negocio (o debería). No hay mensaje bueno ni malo, sólo hay mensaje que puede (o no) funcionar en una situación determinada. Y eso sólo puede conocerse mediante experimentos y métricas, no mediante impresiones. Especialmente en un apartado como la difusión web de cualquier proyecto.

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