El «storytelling» es una tendencia de moda en los círculos de marketing más prestigiosos. Y es que, convertir la labor de los emprendedores en bonitas historias de lucha y superación, es algo que suele ayudar a vender un proyecto. A fin de cuentas, a todos nos gusta escuchar las historias de personas que llegaron a la cima. De alguna forma, nos hacen creer que nosotros también podemos conseguirlo. Es la razón de que las secciones de «Casos de Éxito» tienen gran aceptación en cualquier presentación comercial.
Pero ¡mucho cuidado! Hay empresas que están utilizando esta técnica de forma agresiva y poco diferenciada. Probablemente la vean como una simple técnica de ventas en lugar de una fórmula para conectar con el público objetivo al que pretenden dirigirse. Este «arte de contar historias» es mucho más que eso.
Pero el mayor peligro que corren los que utilizan demasiado esta nueva tendencia, es el de saturar de información a los potenciales interesados en conocerla. El viejo refrán: «lo poco gusta, y lo mucho cansa» es perfectamente válido para reflejar esta nueva situación que está llegando a niveles que muchos expertos denominan «infoxicación». Es de esperar que, como casi todas las técnicas de marketing, se llegue a un uso tan masivo de la misma que acabe perdiendo gran parte de su efectividad a medio plazo.
Pero, por el momento, el uso del «storytelling» es básico para lograr la correcta introducción en el mercado de muchos proyectos emprendedores y, también ¿por qué no?, de cualquier marca introducida en el mercado que quiera enfocar sus esfuerzos de marketing para productos o nichos muy concretos. El uso de historias corporativas, también tiene una enorme importancia en la creación de una cultura corporativa fuerte para el personal de cualquier empresa.
Tienes total libertad para enlazar este artículo en los medios de difusión que desees, Las apropiaciones indebidas serán notificadas y perseguidas conforme dicta la legislación vigente en materia de propiedad intelectual.