Diferenciación. Esa es la clave de todo marketing. Si eres como los demás, jamás podrás diferenciarte y dependerás siempre de las decisiones de otras personas. Eres prescindible, a fin de cuentas. Algo que a muchas personas no les incomoda pero un lujo que ningún negocio puede permitirse en estos tiempos.
A este respecto, traigo hoy este vídeo de Risto Mejide, un verdadero especialista en diferenciación. Su «producto» podrá gustar más o menos, pero indudablemente no deja indiferente a nadie. Esa es la clave del éxito de ese «marketing de la molestia» como él lo llama. Puede que no te guste, pero igualmente has recibido un impacto que hará que lo recuerdes quieras o no.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=uirPwkf8ICk[/youtube]
Siempre he pensado que los directivos y profesionales de marketing concedemos demasiada importancia al querer contentar a todo el mundo con nuestra imagen de marca. Acabamos siendo demasiado «políticamente correctos» con todo el mundo, incluso con quienes no lo son con nosotros. Eso es peligroso ya que, muchos jamás llegan a expresar sus opiniones. «No se mojan» por decirlo de alguna manera. Por tanto, es difícil que se hagan imprescindibles.
La imagen de marca solo comienza con el posicionamiento de la misma. Y para eso, no podemos intentar contentar a todo el mundo. Tenemos que enfocarnos hacia un público objetivo determinado y dedicar todos nuestros esfuerzos al mismo. Le disguste a quién le disguste. Y para eso, es importante conocer y aceptar nuestras rarezas personales.
Yo mismo soy un buen ejemplo de la importancia de esta técnica. A fin de cuentas, soy una persona joven trabajando en un sector donde la madurez y la experiencia son importantes. A priori, muchos abandonarían ante este desafío. Esa es una diferenciación importante en mi caso. Pero al contrario que otros, yo no me avergüenzo de mi juventud, de hecho, creo que es algo que me ayuda a crear la imagen de que aporto soluciones diferentes a las tradicionales. Y parece que funciona.