Podríamos definir “resiliencia” como aquella capacidad humana para levantarse e intentarlo de nuevo con buena disposición de ánimo, sin importar las veces que se ha fracasado anteriormente. La literatura de autoayuda ha mostrado muchos ejemplos de personas o personajes que son capaces de aguantar lo imposible.
La clave para alcanzar “resiliencia” reside fundamentalmente en ocho tipos diferentes de fortaleza emocional. Cualidades con las que podemos crear un “código” que hace que perseverar sea mucho más sencillo:
EMPATÍA
Ser capaz de ponerse en el lugar de los demás y valorar objetivamente sus puntos de vista.
MAGNANIMIDAD
No guardar rencor a las personas que piensan diferente de nosotros
SENTIDO DEL HUMOR
Saber reírse de uno mismo, a la vez que saber contar historias (lo que algunos llaman storytelling) de forma agradable para que la gente se sienta cómoda alrededor nuestro.
GENEROSIDAD DE ESPÍRITU
Admitir públicamente los errores y asumir toda la responsabilidad de los mismos.
VISIÓN Y PERSPECTIVA
Ser capaz de poner las cosas en su contexto correcto. Fijarse en la totalidad, de una forma sistémica en lugar de en cada una de las partes.
AUTOCONTROL
Ser capaz de controlar las propias emociones, sobre todo ante el público.
EQUILIBRIO
Ser capaz de relajarse y disfrutar incluso en las situaciones más estresantes
CONCIENCIA SOCIAL
Trabajar sin descanso para ofrecer soluciones y mejoras en la vida de los demás.
Cualquier cualidad puede cultivarse siempre y cuando nosotros mismos seamos conscientes de que queremos adquirirla. Cuánto tardemos en conseguirla dependerá de nuestra naturaleza y del empeño que le pongamos. El único secreto está en la práctica constante.