Todos los que nos dedicamos a vender conceptos innovadores (pueden ser procesos, ideas, productos, servicios…) nos encontramos con ciertas dificultades a la hora de explicar lo que hacemos ante otras personas. Y lo cierto es que muchos acabamos frustrados intentando encontrar las razones por las cuales muchas veces se rechazan nuestras ideas «perfectas».
Una de las razones principales de que esto suceda está, a mi modo de ver, en el modo en que planteamos las cosas. Muchas veces queremos la «revolución», cambiar de la noche a la mañana, y para quién no ve las cosas del mismo modo que nosotros, esto le supone una notable preocupación. Dicho crudamente, les acabamos asustando.
Si algo he aprendido de los profesionales de las ventas es que estos, tienen que ejercer una de las labores más duras que pueden existir en el mundo de la empresa: conciliar la visión del cliente con la de la empresa a la que trabajan. Algo nada sencillo y menos en los tiempos que corren.
En este mundo que tanto se deja llevar por las últimas modas y tendencias, una de las últimas que han aparecido es la de la innovación. Ahora todos somos (y presumimos de ser) los más innovadores de nuestro sector y, por supuesto, también los mejores. ¿Es que alguien va a dudarlo?
Pues la verdad es que ya hace días que empecé a dudarlo seriamente. Y llegué muy fácilmente a la conclusión de que es totalmente imposible que todos seamos los mejores y los más innovadores de nuestro sector. Y al margen de tales consideraciones, quiénes tienen que decidir eso no son mis compañeros de profesión, ni las personas que me leen en las redes sociales, sino mis clientes, entre otras cosas, porque son ellos los que me pagan el sueldo a final de mes.
Cuando intentamos aplicar un concepto nuevo (especialmente si es con un cliente) no podemos avasallarle con información. Se debe ir pasito a pasito, empezando por el primer paso y terminando por el último. Además de irle formando en el nuevo concepto por decirlo de alguna manera. Si el cliente percibe que nadie intenta revolucionar su negocio de un día para otro y se va implicando en los resultados conseguidos, las nuevas ideas suelen ser beneficiosas y aportar un toque de frescura necesario para cualquier negocio de vez en cuando.
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BUEN DIA!
EXCELENTE ARTICULO…Y MUY ILUSTRATIVO DEL POR QUE LOS LÍDERES SIEMPRE SOMOS CONSIDERADOS COMO LOCOS DE NUEVAS IDEAS E INNOVACIONES!
Muchas gracias por tu comentario Carlos Alberto.
Espero que los artículos publicados sigan siendo de tu interés en el futuro. Encantado de tenerte como visitante en el blog.
Un saludo,
Quisiera comentar que lo que tu expones esta muy claro para ti,pero logicamente no tanto o casi nada para quién visitas.Luego en muchos casos las medidas a tomar van a representar unos beneficio como el cuento de la lechera y por ultimo y antes de ver los resultados,se comunica que esto va atener un coste de X.Según la importancia de la cuenta,la empresa puede pagar en modicos plazos.¿porque no lo planteais a un % según se vean los resultados de vuestro plan? Saludos
Estimado Carlos
Muchas gracias por dejarnos tu opinión. Decirte que, personalmente, yo no sé como lo harán otras empresas o profesionales. Bien es cierto que habrá quién pida el pago total por anticipado, o quién aunque lo vaya dividiendo a plazos, te cobre una barbaridad. Allá cada cual con lo que hace. Lo que sí está claro es que sea como sea el pago del servicio, el profesional que lo hace incurre en unos costes que tiene que pagar a final de mes y lo que, tampoco es justo, es estar invirtiendo un tiempo para cobrar poco, tarde o mal. Y no es tan difícil comprobar la profesionalidad de quién quieres contratar (si se toman algunas precauciones básicas). Lo que no puede ser es querer tener al mejor profesional pagando lo menos posible.
Respecto a lo del cuento de la lechera, vuelvo a repetir que no sé como lo harán en otras empresas, pero a mí me sorprende bastante tu comentario, en tanto en cuanto porque en la misma propuesta suelo desglosar el protocolo de actuación y los objetivos a conseguir a corto, medio y largo plazo (hay que haber hecho los deberes antes de decir esto). A mí no me parece tanto un cuento de la lechera, sino un ejercicio de transparencia al decirle claramente al cliente (he aquí lo complicado a veces) lo que se va a hacer y cómo se va a hacer de principio a final. Lo que me parece intolerable es lo que hacen otros que cobran por decir donde esta el problema para, acto seguido, entrar en una dinámica de ejecutar una solución tras otra (con el consecuente coste y pocos resultados que tiene esto para el cliente).
Como en todos los sectores, hay profesionales buenos y menos buenos. Y me parece que el cliente tiene un problema grave si contrata a alguien sin haberle investigado o comprobado su ejecutoria. Yo al menos en su caso, me molestaría en hacerlo.
Un saludo,