Algunas razones por las que debería amar a su competencia

Al contrario que la mayoría de los emprendedores, les confieso que no sólo no me disgusta tener competencia, es que incluso me encanta tenerla. Supongo que debo ser así de peculiar. Ya me decían desde pequeño que lo mío eran los retos, cuánto más difícil fuera el problema, más me gustaba conseguir resolverlo.


Pero más allá de naturalezas y caracteres peculiares, a usted le debería gustar tener competencia. ¿Por qué? En primer lugar, porque allí donde hay competencia, es porque hay negocio y dinero moviéndose. Y nadie puede negar que eso sea bueno.

Hay quién piensa que el mundo de la asesoría empresarial está saturado. Nada más lejos de la verdad. Creo que es un sector con innumerables oportunidades para todos aquellos que quieran cambiar el modo en que se venían haciendo las cosas hasta el momento. Y todos sabemos que en este, como en otros campos, se han cometido errores terribles.

Pero existe otra razón por la que me encanta tener competencia: me hace estar más preparado. Si compitiera en un entorno de monopolio abandonaría rápidamente, sencillamente, lo fácil no suele atraerme demasiado. Incluso lo rehuyo.


Así que, desde aquí quiero agradecerles a todos mis competidores su presencia en el mercado. Parte de lo que soy como profesional en estos momentos se lo debo a ellos. Se pueden aprender muchas cosas observando los movimientos de la competencia, especialmente en situaciones pasadas. Este es el fundamento del famoso “método del caso” tan utilizado en las escuelas de negocios actuales.

Un error bastante común que cometen los emprendedores es el de pensar que están aislados en el mercado. Para ellos, solo existen los clientes y su propia empresa. Un peligroso punto de vista que por pereza o irreflexión cierra muchos negocios a lo largo del tiempo.

Aprender de los errores propios, al igual que de los errores de los demás competidores del mercado, es lo que le va a dar la oportunidad de crear una verdadera inteligencia de negocio, fuente de la que debería ser su ventaja competitiva a largo plazo. Una verdadera cuestión estratégica muy importante para la supervivencia de su negocio.

Un mercado saturado es la oportunidad perfecta para diferenciarse de los demás y apostar por formas innovadoras de hacer las cosas. Seguro que ya es consciente de que hoy en día, hay que diferenciarse o morir. Especialmente si sigue haciendo lo mismo que los demás.